La Espiritualidad de la Preciosa Sangre, debe ser reflejo del Amor de Dios en medio de los hombres, no podemos vivir nuestro apostolado si no mostramos a un Cristo joven y alegre, si no mostramos que el sacrificio de la cruz no se queda allí, sino que adquiere verdadero sentido si la llevamos a nuestras vidas.
Llevar el nombre de la Espiritualidad de la Sangre en nuestro estandarte, es una gran responsabilidad, pero a la vez es una hermosa tarea que hará que el sueño de nuestra fundadora se transforme en realidad, lograr que nuestra perfección del alma vaya mucho más allá del hacer muchas cosas, sino que se logrará con el exacto cumplimiento de la voluntad de Dios.